Fundador-Acarya, Su Divina Gracia A.C Bhaktivedanta Swami Prabhupada


Krishna enfrenta a Bhisma en la batalla


Pintado por Pariksit Dasa (1983)


“Cumpliendo mi deseo y sacrificando su propia promesa, se bajo de la cuadriga, tomó la rueda de esta, y corrió apresuradamente hacia mi, tal como un león que va a matar a un elefante. En el camino, incluso dejó caer su manto. ”

Significado

La batalla de kuruksetra se libró en base a principios militares, pero al mismo tiempo con un espíritu deportivo, como una pelea entre amigos. Duryodana criticó a Bhismadeva, alegando que por afecto paternal este último se mostraba reacio a matar a Arjuna. Un ksatriya no puede tolerar insultos en relación con el principio de pelear. Bhismadeva prometió por ello que al día siguiente mataría a todos los cinco Pandavas con armas especiales hechas con ese fin. Duryodana quedó satisfecho, y guardo consigo las flechas que había que entregar al día siguiente durante la pelea. Mediante trucos, Arjuna le quitó las flechas a Duryodana, y Bhismadeva pudo darse cuenta de que se trataba de un ardid del Señor Krsna. En consecuencia, hizo el voto de que al día siguiente Krsna tendría que tomar las armas personalmente, pues, de no hacerlo, su amigo Arjuna moriría. En la pelea del siguiente día, Bhismadeva luchó con una violencia tal, que tanto Arjuna como Krsna se vieron en dificultades. Arjuna ya casi estaba vencido; la situación se puso muy tensa, pues Bhismadeva ya estaba a punto de matarlo. El Señor Krsna quiso entonces complacer a su devoto, Bhisma, haciendo que se mantuviera la promesa de este último, que era más importante que la suya propia. Aparentemente, el rompió su propia promesa. Él prometió antes del comienzo de la batalla de kuruksetra que permanecería sin armas y que no emplearía su fuerza en favor de ninguno de los bandos. Pero para proteger a Arjuna se bajo de la cuadriga, tomó la rueda de la misma, y corrió rápidamente hacia Bhismadeva con una actitud furiosa, tal como un león que va a matar a un elefante. En el camino, dejó caer la tela con la que se cubría, y, por la gran ira que exhibía, no se dio cuenta de que se le había caído. Bhismadeva soltó de inmediato y se dispuso a ser matado por Krsna, su amado Señor. Pero la pelea del día termino en ese preciso momento, y Arjuna se salvó. Desde luego que no había posibilidad alguna de que Arjuna muriera, porque el propio Señor estaba en la cuadriga, pero debido a que Bhismadeva quería ver que el Señor Krsna tomara alguna arma para salvar a su amigo, el Señor creo esta situación, haciendo que la muerte de Arjuna pareciera inminente. Él se quedó ante Bhismadeva para hacerle ver que su promesa se había cumplido y que Él había tomado la rueda.



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